Crecer con padres enfermos mentales
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A veces hay varias personas en una familia que tienen la misma enfermedad mental. Otras veces, sólo una persona de la familia tiene una enfermedad mental. Esta información analiza si las enfermedades mentales son hereditarias.
La siguiente tabla muestra las probabilidades de que la esquizofrenia o el trastorno bipolar se transmitan de padres a hijos. Estas cifras se basan en estudios recientes. Pero diferentes estudios pueden mostrar cifras diferentes.
Puede ser útil mirar las cifras de la tabla de otra manera. Por ejemplo, la probabilidad de que alguien desarrolle un trastorno bipolar es de 1 entre 100. Esto significa que 99 personas no van a padecerlo. Esto significa que 99 personas no van a desarrollar el trastorno bipolar.
Si uno de sus padres tiene trastorno bipolar, la probabilidad de que usted no desarrolle la enfermedad es de 90 sobre 100. Esto significa que tiene menos probabilidades de desarrollar el trastorno bipolar. Esto significa que es menos probable que desarrolle el trastorno bipolar, incluso si uno de sus padres lo padece.
Otras investigaciones demuestran que diferentes enfermedades mentales, como el trastorno esquizoafectivo, la depresión mayor y la ansiedad, pueden darse en la misma familia. Sin embargo, hay menos pruebas que demuestren que otras enfermedades mentales son hereditarias.
En caso de que los enfermos mentales se reproduzcan
Los autores no trabajan, consultan, poseen acciones o reciben financiación de ninguna empresa u organización que pueda beneficiarse de este artículo, y no han revelado ninguna afiliación relevante más allá de su nombramiento académico.
El psicólogo Sigmund Freud propuso que nuestro desarrollo personal está prácticamente determinado por los acontecimientos de nuestra primera infancia. Aunque muchas de sus ideas han quedado obsoletas, algunas teorías psicológicas modernas también sugieren que las experiencias de la infancia desempeñan un papel importante en la formación de nuestras vidas.
Pero, ¿hay realmente pruebas de que las experiencias difíciles de la infancia puedan causar problemas psicológicos comunes, como la ansiedad o la depresión, más adelante en la vida? Y si es así, ¿culpar a nuestros padres por ello nos ayudará a curarnos?
No hay duda de que los padres y otros cuidadores principales son figuras fundamentales en el desarrollo de un niño. Sabemos que las experiencias tempranas relacionadas con la familia tienen efectos profundos y duraderos en los niños, muchos de los cuales son positivos. Sin embargo, las experiencias adversas en la infancia pueden causar daño o angustia y perturbar en cierta medida el desarrollo físico y/o psicológico del niño. Ejemplos de estas experiencias son la pobreza, los malos tratos, el divorcio de los padres o la muerte de uno de ellos.
Mi madre es mentalmente inestable
Hanna Christiansen1*, Corinna Reck2, Anna-Lena Zietlow3, Kathleen Otto4, Ricarda Steinmayr5, Linda Wirthwein5, Sarah Weigelt6, Rudolf Stark7, David D. Ebert8, Claudia Buntrock8, Johannes Krisam9, Christina Klose9, Meinhard Kieser9 y Christina Schwenck10
Objetivos: Los trastornos mentales son frecuentes y se asocian a años de vida ajustados a la discapacidad y a costes sociales y económicos. Los hijos de padres con una enfermedad mental (COPMI) tienen un mayor riesgo de desarrollar ellos mismos los trastornos. La transmisión transgeneracional de los trastornos mentales se ha conceptualizado en un modelo que tiene en cuenta los factores parentales y familiares, el entorno social (es decir, la escuela, el trabajo y el apoyo social), la interacción entre padres e hijos y los posibles resultados del niño. El objetivo del estudio “Evaluación de los hijos de padres con enfermedades mentales en riesgo” (COMPARE) será, pues, doble (1) establecer la eficacia y rentabilidad de un ensayo controlado aleatorio (ECA) de alta calidad con el objetivo de interrumpir la transmisión intergeneracional de los trastornos mentales en los COPMI, (2) probar los componentes del modelo de transmisión transgeneracional de los trastornos mentales.
Crecer con padres mentalmente inestables
Cuando un miembro de la familia ha tenido psicosis, puede convertirse fácilmente en un secreto del que nadie habla. Todos los niños necesitan algún tipo de explicación y apoyo, adaptado a su edad, para ayudarles a entender este trastorno.
Las primeras conversaciones de padres e hijos sobre la psicosis serán diferentes. La forma de abordar el tema dependerá de la edad del niño y de su capacidad para manejar la información: usted es quien mejor conoce a su hijo. Este folleto le ayudará a prepararse para dar el primer paso en la discusión de este trastorno con su hijo.
Los miembros de la familia deben intentar tener un plan para que el niño sepa qué ocurrirá si su padre o madre tiene que ir al hospital. Revise este plan con el niño y pregúntele lo que piensa. Acuerde con una “persona segura” -alguien con quien el niño se sienta cómodo hablando- que pueda apoyar al niño si el padre no está disponible.
Si el padre o la madre no pueden ocuparse del niño, los adultos que lo cuidan deben ayudar al niño a entender el motivo. Deben ayudar al niño a mantener el contacto con el progenitor a medida que éste mejora, aunque sólo sea por teléfono o por carta. Otras partes de la vida del niño deben mantenerse tan normales como sea posible, incluyendo la asistencia a la misma escuela y el mantenimiento de las amistades. Los niños pueden sentirse culpables por jugar, divertirse y quizás reírse de vez en cuando; es importante hablar de ello.