Derecho al honor intimidad y propia imagen

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Los derechos de la personalidad, a veces denominados derechos de publicidad, son derechos de un individuo a controlar el uso comercial de su identidad, como su nombre, imagen, semejanza u otros identificadores inequívocos. Generalmente se consideran derechos de propiedad, más que derechos personales, por lo que la validez de los derechos de personalidad de la publicidad puede sobrevivir a la muerte del individuo en diversos grados, dependiendo de la jurisdicción.

En general, se considera que los derechos de la personalidad consisten en dos tipos de derechos: el derecho de publicidad,[1] o el derecho a evitar que la imagen y la semejanza de uno sean explotadas comercialmente sin permiso o compensación contractual, que es similar (pero no idéntico) al uso de una marca comercial; y el derecho a la intimidad, o el derecho a que se le deje en paz y a que no se represente su personalidad públicamente sin permiso. En las jurisdicciones de derecho consuetudinario, los derechos de publicidad entran en el ámbito del delito de usurpación de marca. La jurisprudencia estadounidense ha ampliado considerablemente este derecho.

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Los derechos de la personalidad, a veces denominados derecho de publicidad, son derechos de un individuo a controlar el uso comercial de su identidad, como su nombre, imagen, semejanza u otros identificadores inequívocos. Generalmente se consideran derechos de propiedad, más que derechos personales, por lo que la validez de los derechos de personalidad de la publicidad puede sobrevivir a la muerte del individuo en diversos grados, dependiendo de la jurisdicción.

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En general, se considera que los derechos de la personalidad consisten en dos tipos de derechos: el derecho de publicidad,[1] o el derecho a evitar que la imagen y la semejanza de uno sean explotadas comercialmente sin permiso o compensación contractual, que es similar (pero no idéntico) al uso de una marca comercial; y el derecho a la intimidad, o el derecho a que se le deje en paz y a que no se represente su personalidad públicamente sin permiso. En las jurisdicciones de derecho consuetudinario, los derechos de publicidad entran en el ámbito del delito de usurpación de marca. La jurisprudencia estadounidense ha ampliado considerablemente este derecho.

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Los tribunales han interpretado el concepto de “vida privada” de forma muy amplia. Abarca aspectos como su derecho a determinar su orientación sexual, su estilo de vida y su aspecto y forma de vestir. También incluye tu derecho a controlar quién ve y toca tu cuerpo. Por ejemplo, esto significa que las autoridades públicas no pueden hacer cosas como dejarte sin ropa en una sala muy concurrida o tomar una muestra de sangre sin tu permiso.

El concepto de vida privada también abarca tu derecho a desarrollar tu identidad personal y a forjar amistades y otras relaciones. Esto incluye el derecho a participar en actividades económicas, sociales, culturales y de ocio esenciales. En algunas circunstancias, las autoridades públicas pueden tener que ayudarte a disfrutar de tu derecho a la vida privada, incluida tu capacidad de participar en la sociedad.

Este derecho significa que se puede evitar que los medios de comunicación y otras personas interfieran en su vida. También significa que la información personal sobre ti (incluidos los registros oficiales, las fotografías, las cartas, los diarios y los historiales médicos) debe guardarse de forma segura y no compartirse sin tu permiso, excepto en determinadas circunstancias.

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El primer pronunciamiento sobre el derecho al respeto de la vida privada y familiar se recoge en la Declaración Universal, que estipula que nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, y que la familia es el elemento fundamental de la sociedad que tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado. Hoy en día, el derecho al respeto de la vida privada y familiar ha pasado a abarcar una amplia gama de ámbitos. La intimidad se aplica a un amplio espectro que va desde las escuchas telefónicas hasta la orientación sexual, mientras que las cuestiones más destacadas en relación con el derecho al respeto de la familia incluyen los derechos de los padres al contacto con sus hijos, los nuevos matrimonios y las adopciones. Este capítulo examina a) el derecho al respeto de la vida privada y familiar, y b) el derecho a casarse y fundar una familia.

Por último, con la propagación de la tecnología informática y el procesamiento automatizado de datos, los Estados están obligados a garantizar una protección efectiva de los datos, ya que las autoridades públicas y las organizaciones comerciales están en condiciones de explotar los datos personales que amenazan la privacidad de las personas.